Sección Esbilla
··········Un documental sobre la heroína y su influjo en una generación de más o menos hippies catalanes en los setenta y ochenta del siglo pasado. En la presentación, los directores nos cuentan que era el siguiente proyecto de Joaquim Jordà antes de su muerte. Por una casualidad, días después, ya en la corte, me encuentro en una librería libertaria con la mujer de Jordà, quien tiene una visión muy distinta, está bastante descontenta y nos asegura que no es el tipo de película que él habría hecho con el tema; para ella, ésta no pasa de un “Informe semanal” elegante.
··········También en el coloquio subsiguiente a la proyección en Gijón, una persona del público se quejaba de cómo se oculta en la peli la parte chunga del caballo. Ellos se defienden diciendo que ha sido una opción meditada (como la de no mostrar ningun pico), y que ya hay mucha información en nuestras cabezas sobre la heroína y ellos han preferido aportar otra.
··········Realmente hay derecho a ello, cómo no. Es una peli, además, bastante orientada a lo emotivo, con una pareja de padres hablando de las fases de la adicción y muerte de su hijo, con personas con algo de deterioro actual viendo imágenes de filmaciones de su juventud, con textos de los muertos leídos por sus hijos o amigos… Tampoco es que sea lacrimógena, pero es cierto que ése es el enfoque.
··········Lo que tiene de perspectiva social, que también hay, está orientado a la posición más o menos política de esa generación; una, digamos, fracción de la gauche divine barcelonesa, que llega a la heroína (y al LSD, las anfetas de farmacia, …) en una búsqueda de la libertad en los años en que éste era un concepto muy claro porque suponía un combate concreto con el medio del tardofranquismo y la transición. De hecho, se menciona mucho –y hay imágenes- de las jornadas libertarias del parque Güell de 1977, una especie de Woodstock.
··········A mí me gusta ver la peli, me gustan los materiales que contiene (mucha grabación privada en súper ocho, reportajes callejeros de Pau Maragall, …), las historias personales y su relación con el paso del tiempo y su en qué hemos acabado. Pero sí que es cierto que es una peli un tanto blanda sobre un tema que no lo es. Habría que complementarla, para explicarle ese mundo y esos años a otra gente, con las de Eloy de la Iglesia, las de De La Loma, en fin, las pelis de Chunguitos, seat 131 supermirafiori, Vaquilla y Torete, para tener una visión más completa y socialmente más cierta sobre qué supuso la heroína y sus funciones de inhibición de generaciones confictivas, vaciado y especulación de los centros de las ciudades, …