··········Quizás no debería decir mucho de esta peli, porque la he visto en una proyección muy mala en el Pequeño Cine Estudio: el sonido está adelantado unos segundos a la imagen (y es proyección digital); no pueden arreglarlo, y sólo ofrecen devolver la entrada. Ante la perspectiva de un viernes sin cine, la veo. El efecto es harto extraño: en un thriller de acción, se oye un frenazo antes de que el personaje se haya metido en el coche, un golpe antes de que se levante la mano, una discusión a gritos cuando aún están saludándose. Pero es que, además, es difícil a menudo distinguir de quién es cada voz (hablando en danés) si no ves quién está enfocado y mueve los labios. Añádase que los subtítulos no son una maravilla (y que no van acompasados a la voz, claro, sino a la imagen) y el efecto es sumamente confuso.
·········· A v i s o . d e . i n d i s c r e c i o n e s
··········Pero más confusa me parece cuál pueda ser la intención de la peli. Después de plantear un tema muy interesante (soldados de un país occidental que es un Estado de derecho, torturando prisioneros cuando están de operaciones en Afganistán), el tratamiento se convierte en seguida en la exposición de la paranoia de un guionista, para acabar con un requiebro de esos de “nooooo, te la colamos, nada de lo que viste era real”. La verdadera historia, que surge entonces, no tiene mayor interés (salvo la curiosidad de que se le pueda dar en adopción un hijo a gente tan inestable).
··········Si añadimos que el elogiado actor principal a mí me parece sobreactuado desde la primera escena (sólo tras un cuarto de película podría tener motivos para tanta gesticulación), el conjunto me resulta decepcionante. Así que me entretengo en encontrar absurdos, como que un tipo que hace unas fotos de algo que no se debe fotografiar, las imprima y las lleve consigo impresas en lugar de en una pastillita; o las propias fotos, que a veces son primeros planos de estudio; o que la Inteligencia danesa prefiera cachear y retener a un ciudadano danés en Dinamarca, en vez de aprovechar cuando es soldado y está en Afganistán.
··········Pero ya digo, lo peor para mí es esa lectura (quizás un poco obvia, pero que allí está) de que, cuando oigas denunciar esas cosas respecto a nuestros buenos soldados, desconfía, porque es más fácil que se trate de un loco antes de que nuestros patrióticos muchachos sean unos torturadores. Es más, si luego, como en España, acaba filtrándose un vídeo (cuando al medio de prensa le conviene), todo quedará en agua de borrajas.
··········Enlaces a imdb y filmaffinity.