··········Es curioso el tremendo parecido argumental con la reciente “Querida Bamako”. Claro que también hay mucho parecido con miles de historias reales, pero es que coincide hasta el dramatis personæ. Pero bueno, el caso es que vuelve a ser la historia terrible de la emigración desde el África del golfo de Guinea, o del pre-desierto del Sáhara sobre éste, hasta cruzar el estrecho de Gibraltar para entrar en Europa.
··········Como me pasaba con aquella otra película, echo de menos un mejor detalle de los porqués que hay detrás de ese viaje de riesgos disparatados para acabar intentando vender “La farola” en una esquina de Madrid. Obviamente, no es sólo el espejismo de lo que se ve por televisión, sino que hay canallas esclavistas que les emplean por aquí, y alguno habrá que llegue a enviar dinero a su familia. Pero precisamente por eso yo gastaría más metraje en contar cómo se forma esa decisión. En el caso de la mujer, aquí está más claro, además hay una cierta actitud de huida sin objetivo concreto que se compadece bien con su historia personal; en el caso de los hermanos, me parece muy coja: uno tiene un mal trabajo (pero lo tiene), otro hasta una moto razonable y –además- conoce lo que es ese viaje, ni siquiera sabemos de familia necesitada que dejen atrás.
··········Aparte de eso, esto es una narración, no un documental. Y hay más cuidado en las imágenes (a veces un tanto preciosistas, pero sin exageraciones crepusculares) y en el sonido (muy buena la idea del ensordecimiento que acompaña al desfallecimiento por sed y agotamiento). La acción se sigue bien, con ritmo (pese a que lo narrado tenga velocidades tan diferentes en las distintas etapas). El viaje cambia a los personajes. En conjunto, una película que me interesa.
··········(Y, tras mucho canalla en uniforme, el guardia civil que sale es bueno).