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··········Tengo escrito por aquí (probablemente varias veces) que yo en el cine no tengo prisa, así que no me suele molestar que una historia se desarrolle lentamente. Ahora bien, sí me fastidia cuando tengo la sensación de que se están usando secuencias como relleno, que me hurtan otra información interesante.

··········En este documental (¿sobre el neorrealismo italiano?, sobre más cosas), hay muchas tomas más o menos estáticas de paisajes urbanos y rurales. Aparte de que no son feas, algunas tienen relación con lo narrado (el portal, hoy día, de la casa desde la que salía Ana Magnani a correr tras el camión en “Roma città aperta”, el cine en que se proyecta “Frankenstein” en “El espíritu de la colmena”, el polideportivo en el Friuli donde corría Pasolini, …). Pero hay también, y es una costumbre que ya está también en casi todos los telediarios, secuencias con la intervención de gente cuya única justificación es que estuvo ahí o conoció a, pero sin que realmente aporte nada.

··········En todo caso, la película, asumiendo su calmosidad, se ve bien. Cuenta alguna curiosidad (cómo Ninetto Davoli ayudaba a Pier Paolo Pasolini a escoger esas caras magníficas de sus películas, la detención de unos actores del “Alejandro Magno” Angelopoulos por llevar barba en la época de la dictadura de los coroneles en Grecia, …), pero también cuenta el momento y el porqué del neorrealismo italiano y algunas ideas sobre el cine. Víctor Erice un tanto profesoral, Theo Angelopoulos más serio y a veces más oscuro, Tonino Guerra más cercano. No es que todo lo que dicen tenga interés, ni hay una labor muy estructuradora por parte del realizador del documental, pero siempre agrada oír explicarse a gente con la que normalmente sólo te has relacionado a través de una historia narrada.