Etiquetas

Qué extraño lo del título: «Saturno contro» resulta ser una expresión de uno de los personajes de la peli que viene a significar algo así como tener mala suerte (tener a Saturno en contra), y por motivos que no entiendo, se pone un título en español que da la sensación de ser la conclusión a la que llega el traductor (o distribuidor o quien sea quien pone estos títulos) tras ver la película: no basta una vida.

Porque trata de la amistad, el amor y el desamor, la desgracia inesperada, las cosas importantes. Pero sobre todo de los amigos y para mí más concretamente del grupo de amigos, que es una cosa muy diferente, una especie de interacción de personalidades y relaciones que da lugar a algo que no existe tomando a las personas de una en una.

Me gusta de esta película lo que me gustó de «Los amigos de Peter», esa manera de retratar a los personajes con cariño pero también con sinceridad, sin baboseos. Personajes que no son tópicos pero sí reconocibles en sus actitudes y comportamientos, en las tensiones entre unos y otros, en la diferencia entre lo que sienten y piensan y lo que dicen. En esto me recuerda a «El hada ignorante», del mismo director, que además tenía también un fondo esperanzador, como de que la vida merece ser vivida a pesar de los dolores horribles por los que se pasa.

Es difícil decir algo de la trama porque es muy fácil desvelar lo que no debo. También es difícil valorar «objetivamente» esta peli como buena, mala, floja, etc. porque tiene un componente tan personal para mí en sus situaciones y es tan imposible de separar lo que vale como peli de lo que a mí me ha hecho sentir, que tampoco puedo decir mucho más.

Que es bonita, pero lenta; a veces entrañable y a veces (muy) pretenciosa. Que me encanta que haya relaciones heteros y homos sin que eso suponga nada de especial dentro del argumento. Y que es una pena ver una película italiana y que los muebles y accesorios de la casa sean los mismos que los de la peli francesa que has visto hace unos días o los que hay en tu casa y las de los demás (puto Ikea..), con lo preciosísima que era la casa de «El hada ignorante».